Una vez al mes, Kate H. y su marido organizan orgías en su hogar. Basándose en la propia experiencia y en la de sus invitados, este matrimonio ha establecido unas normas sobre consentimiento que no solo funcionan a la perfección, también permiten disfrutar de un sexo feliz y sin incidentes desagradables.
Estas son algunas de las claves sobre comportamiento sexual en las
fiestas de Kate H. Claves que pueden ser extrapolables a cualquier
situación sexual entre dos o más personas.
Estas son algunas de las claves sobre comportamiento
sexual en las fiestas de Kate H. Claves que pueden ser extrapolables a
cualquier situación sexual entre dos o más personas.
1. La palabra "para" ( stop) es confusa. Podemos
decirla mil veces y estar disfrutando un montón. Por ese motivo en el
mundo BDSM se diseñaron dos útiles sistemas. Uno de ellos es el de la
palabra de seguridad. Al decir "queso", por ejemplo, o cualquier otra
palabra que se haya acordado, sabemos que nuestra pareja quiere que nos
detengamos. Tambén se utiliza el sistema del semáforo: verde para
indicar "adelante", amarillo para "prosigue, pero con cuidado" y rojo
para "detente".
2. Si perdemos la capacidad de revocar el consentimiento, es violación. Si
alguien está amordazado o se ve imposibilitado para decir palabra
alguna, y la pareja no se detiene cuando esa persona no desea seguir,
estamos ante una violación. Aunque previamente esa persona haya dado su
autorización para el acto sexual.
"Nunca es mal momento, siempre puedes cambiar de opinión"
3. Gestos clave. Para
evitar abusos cuando alguien no puede decir lo que siente durante el
acto, hay alternativas gestuales que pueden acordarse de antemano, como
coger un objeto cercano, o lanzarlo al suelo en caso de que la situación
supere lo que la persona quiere o puede soportar. El sonido del objeto
cayendo al suelo debe detenerlo todo.
4. La pregunta correcta. Dice
Kate H. que la gente suele hacer la pregunta incorrecta cuando se trata
de mujeres que han bebido o están en un estado poco consciente. Por
ejemplo: "Si la chica no recuerda lo que pasó esa noche, ¿cómo sabemos
que el sexo fue consentido?". Según Kate, eso no tiene importancia
alguna. Lo que importa es que ella había perdido la capacidad de
negarse, incluso si previamente había accedido a tener la relación. Si
entra en un estado no consciente, no hay consentimiento.
5. El consentimento es binario. Es
control. Si la persona pierde la capacidad de control, de echarse para
atrás, no es consentimiento. Es un error decir "no sé si estaba de
acuerdo", "no recuerdo si le di el consentimiento", porque sin
conciencia, no hay consentimiento. Kate H. explica que el consentimeinto
tiene que ser entusiasta: "Sí, quiero, adelante". No puede ser un
"quizá...". Y es binario: o se da o no se da, sin términos medios.
6. Preguntar aumenta el deseo. Un
consejo práctico es preguntar varias veces a nuestra pareja si desea
que le hagamos algo atrevido. "Haz que ruegue para que se lo hagas. ¡El
consentimiento es la victoria!". Ojo: consentir para una acto no implica
consentir en el siguiente. Hay que volver a pedirlo.
7. Siempre se puede revocar el consentimiento. Nunca
es mal momento, siempre puedes cambiar de opinión. "He cambiado de
opinión después de tener a una persona atándome durante 20 minutos. He
dicho: no quiero hacer esto. Por supuesto, fue irritante para la persona
que se estaba excitando mucho, pero mi consentimiento tiene prioriad
sobre todo lo demás". Dar el consentimiento no es dar la llave de tu
cuerpo para siempre ni más allá de tus límites.
8. No tengas miedo de decir "No".
Para mucha gente es incómodo decir "no" porque, aunque es lo que
desean, también desean seguir estando a gusto con esa persona, que no se
acabe el buen rollo, que el otro no se sienta mal. Por eso mucha gente
no lo dice y ríe nerviosamente, esperando que el otro interprete esa
señal. La autora de estos consejos recomienda practicar el "no, gracias"
en voz alta.
9. Alcohol y drogas. Si
alguien bebe y se droga demasiado como para dar y percibir su
consentimiento, los invitados llaman a un taxi para que le lleve hasta
su casa. Si esa persona repite demasiadas veces el error de perder el
control, no vuelve a ser invitado a las orgías de Kate H.
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