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El reconocido y prestigioso web de canales de video de Google ha sufrido una caída en varíos servidores lo que ha causado que alguna de sus funciones y herramientas no funcionen correctamente este Martes 13 septiembre del año 2016 desde las 18 horas, horario de América Central.
Se desconoce si el error reportado por sus usuarios masivamente en Guatemala sea solo en este país o sea a Nivel Mundial sin embargo esperamos sea restablecido pronto y lamentamos que una empresa monstruo por lo grande y por lancantidad de pérdidas que genera le suceda esto.
Ser introvertido no es fácil. Si lo eres, en alguna ocasión te habrás encontrado con dificultades para relacionarte con los demás y probablemente habrás experimentado la llamada "resaca del introvertido". La revista 'Introvert Dear' nos explica en qué consiste este fenómeno que es más común de lo que parece:
Una persona introvertida tiene una reserva de energías para la vida social más limitada que la extrovertida y, cuando las circunstancias le obligan a hacer más uso de éstas, alcanza un punto en el que no se siente bien ni a gusto con su entorno. Entonces es cuando llega la sobreestimulación que desencadena la "resaca del introvertido", la cual le induce a sentir rechazo hacia él mismo.
Esto puede ocurrir en distintas situaciones. Una de ellas es cuando, por ejemplo, tenía la intención de ir a un evento durante 2 horas y terminan siendo 4. Solo había pensado en invertir 2 horas de energía en sociabilizar, por lo que, al duplicarse el tiempo, entra en déficit y ya no tiene fuerzas para afrontar el momento cómo hace el resto. Además, esta sensación tiene más números de producirse si uno no tiene suficiente tiempo para estar solo y recargar sus baterías mentales.
La "resaca del introvertido" puede ocurrir cuando inviertes más tiempo del que habías planeado en relacionarte con los demás
Para los que nunca hayáis experimentado este sentimiento, estas palabras os pueden parecer una tontería pero, en realidad, tiene una serie de repercusiones físicas y mentales. La sobreestimulación puede provocar pitidos en el oído, visión borrosa, sudoración de las manos e, incluso, hiperventilación.
En estas situaciones, el entorno deja de ser lo que parecía y, de repente, aparecen barreras alrededor de uno mismo que hacen que todo parezca más difícil de lo que realmente es.
Entonces, es en ese momento cuando el introvertido escucha su voz interior. Una voz que no resulta muy agradable porque solo dice cosas fatídicas como: " no eres divertido, que malo eres en la vida social, la gente piensa que eres un pesado..."
También se compara con el resto, les ve reír y divertirse y se pregunta: "¿Por que no puedo sonreír y relacionarme? ¿Por qué no puedo ser "normal"?". Esta batería de mensajes solo le hacen sentir peor y, en consecuencia, que aún tenga más dificultades para salir ileso de esta crisis.
Y las cosas todavía van a peor cuando los demás perciben que algo no va bien y quieren saber lo que ocurre.
En estas circunstancias una voz interior ensalza repetidas veces tus virtudes para que te sientas aún peor
"¿Por qué estás tan tranquilo?", "¿Estás molesto?", "¿Te encuentras bien?". Ante estas simples preguntas, su mundo se derrumba y su cuerpo de llena de angustia al pensar: "¡Se han enterado! ¡Me gustaría explicar lo que siento pero ni yo mismo sé describirlo!". Sabe que es una sensación irracional pero, por mucho que quisiera, no puede detenerlo de repente. La situación le supera y lo mejor es salir de la conversación lo más rápido posible para apartarse de todo y volver a estar a salvo.
Por contradictorio que parezca, la mejor solución para remediarlo es la soledad. Un pequeño intervalo de tiempo, de 30 minutos o una hora, conversando con los propios pensamientos, puede ser útil para entender qué sucede y volver a ser uno mismo.
Si te has sentido identificado al leer estas líneas, lo único que necesitas para superar la próxima "resaca del introvertido" es estar a solas contigo por un rato y así podrás enseñar a los demás tu verdadero yo.
México no es el enemigo de Estados Unidos en asuntos migratorios, tal y como se empeña en exhibir el candidato a la presidencia Donald Trump. Más bien es un socio, un amigo impresicindible.
Los gobiernos de Estados Unidos y México firmaron en 2014 el plan Frontera Sur, un acuerdo con el que se pretende frenar el flujo de personas que viajan desde los países de América Central y cruzan México para llegar a la frontera norte, a Estados Unidos. "Había que frenar a La Bestia", cuenta Rubén Figueroa, coordinador del Movimiento Migrante Mesoamericano y defensor de los derechos humanos.
La Bestia, en tiempos pasados.
Hasta que se firmó el plan Frontera Sur, el tren de mercancías conocido como La Bestia o el "tren de la muerte" era el principal medio de transporte de miles de personas hacia la frontera con Estados Unidos, por barato y accesible, aunque también mortífero: más allá de las inclemencias y los accidentes durante el viaje —los migrantes con menos recursos debían viajar agarrados a los vagones o en el techo del tren—, el convoy era un botín en movimiento para delincuentes y pandilleros. Solo tenían que esperar a que pasara por sus territorios para robar, violar y matar a los migrantes que viajaban sin documentos para evitar los ataques a sus familias. Muchos murieron a manos de los atacantes, lanzados a las vías. Por eso a lo largo de la ruta del ferrocarril hay decenas de centros en los que se han quedado a vivir hombres, mujeres y jóvenes con miembros amputados.
El acuerdo entre Estados Unidos y México ha dejado a La Bestia casi vacía.
La Bestia fue un transporte obligado para los migrantes que querían atravesar México. No tenían más remedio que agarrarse como pudieran al tren, viajaban unos 800 en cada viaje. Por muchos años duró este método. Con el plan Frontera Sur, las fuerzas del orden mexicanas empezaron a impedir que los migrantes tomaran el tren. El número de viajeros se redujo en un 80%. Ya no se suben en estaciones antes muy conocidas, como Arriaga o Tabasco.
"Cada día entran por la frontera sur entre 800 y 1.000 personas, pero es un cálculo estimado a la baja"
En el tren solo viajan mercancías, pero los bosques se han llenado de gente.
La cantidad de migrantes que se suben al tren es mínima. Ahora tienen que caminar junto a las vías, en la selva, en los campos, tienen que tomar transportes cortos por otra ruta.
¿Quiénes atraviesan México para llegar a Estados Unidos? ¿Cuántos son?
Los que entran cada día por la frontera sur son unos 800 o 1.000. También se dice que entran de 400.000 a medio millón al año. Las cifras varían porque es muy difícil obtenerlas. No sirven los albergues, ni las detenciones, para tener una cifra total aproximada de los migrantes que entran a México para llegar hasta Estados Unidos. Algo que estamos detectando últimamente es que cada vez hay más migrantes de Asia o África en esta ruta.
¿Cómo?
Vienen de Bangladesh, India, Pakistán, Congo. Llegan a Brasil y de ahí van hacia Estados Unidos a través de México. Hace unos meses incrementó muchísimo, están entrando alrededor 160 al día.